Nota editorial del primer número de EL COLORADO


Apreciados correligionarios: A partir de la fecha, nuestro semanario “El Colorado” vuelve a la actividad luego de más de 40 años de silencio. Su inspirador fue el ilustre tribuno, Fulgencio R. Moreno, pero su gran impulsor fue su hijo José Antonio Moreno González, quien en plena llanura llevaba su voz de aliento a lo largo y ancho del país a todos los hijos políticos del general Bernardino Caballero.

Quiso el destino que este famoso medio periodístico republicano viniera a nuestras manos pues los herederos de la referida familia se han dedicado en exclusividad a ejercer la profesión de abogados. Y no han tenido ningún reparo en cedernos los derechos de edición lo cual mucho agradecemos a la vez de señalar el gran honor que ello representa.

Debemos manifestar  nuestros propósitos.

A nuestro modo de ver, la unificación del coloradismo en la diversidad constituye la piedra angular de nuestra agrupación dada la imposibilidad que todos pensemos de la misma manera como bien los señalara nuestro insigne fundador y primer presidente.  El pueblo soberano en las urnas dirá quienes serán nuestros conductores y quienes llevarán las candidaturas del partido por la presidencia y vicepresidencia de la república, congreso, gobernaciones y municipios.

Por eso debemos poner nuestro mejor empeño para que en adelante se elija un tribunal electoral que goce de una gran credibilidad y sea del agrado de todos los sectores internos. Para lograr tal cometido debemos buscar en nuestras filas a hombres probos que puedan exhibir como timbre de honor una larga trayectoria sin máculas, pues no es lo mismo invocar honradez que probarla con los años vividos.

“El Colorado” no tendrá vínculos ni compromisos electorales internos con nadie. Por eso pedimos que se respete nuestra absoluta neutralidad. Pero estará abierto a difundir noticias, crónicas y comentarios de todos los sectores internos con solo enviarnos sus novedades por el correo electrónico a la dirección que aparece abajo del nombre de nuestro director. La Junta de Gobierno también tendrá su espacio siempre y cuando nos envíe las noticias de sus actividades en la referida dirección

Con respecto a la caída del poder de nuestro partido recomendamos muy respetuosamente mirar para el futuro dado que ya no lo podemos remediar. Lo hecho, hecho está y a  lo hecho…. ¡Pecho! Corrijamos nuestros errores y no caigamos nunca más en los insultos entre correligionarios. Hagamos propuestas y llevemos una voz de aliento a nuestra gente. A eso deben afanarse los movimientos internos. Asumamos proporcionalmente la culpa,  todos. Algunos por acción y otros por omisión. Eso si, el pueblo colorado en las próximas elecciones internas dará su veredicto. Respetemos su decisión y acompañemos con fervor republicano a los elegidos. Asimismo recordamos a todos por igual ser atentos en la selección de candidaturas. Para recuperar el poder debemos captar las simpatías de colorados y no colorados, muy particularmente a los nuestros, que de un tiempo a esta parte se han vuelto críticos y exigentes lo cual nos indica que la disciplina partidaria tiene sus límites. Por eso, no abusemos de la misma.

Nuestro semanario hará sus críticas al hecho, nunca a la persona. Señalará lo que considera un camino equivocado y abonará con argumentos sus reparos, sin perjuicio de cambiar de opinión si alguien con sólidos descargos nos demuestren lo contrario. Ese es el arte del debate y del diálogo. De la discusión saldrá la luz.

Por eso vemos con muy buenos ojos el acercamiento de nuestros sectores internos en el congreso. El rojo pendón republicano y la estrella blanca de Belén se encuentran por encima de las apetencias personales.

Con relación al nuevo gobierno asumiremos una postura crítica la cual ya se halla  en otros artículos de este primer número. “El Colorado” se volverá extremadamente duro respecto a despidos o humillaciones de funcionarios republicanos sin motivos valederos y anuncia y advierte ponerse en pie de guerra si eso no se corrige. Recomendamos a nuestros correligionarios usuarios de Internet de la capital e interior del país  de los diversos movimientos internos sacar copias de “El Colorado” para repartirlo a los dirigentes de base.

Apreciados correligionarios: No pierdan la esperanza. La ANR no ha perdido la guerra sino una mera batalla más por causa nuestra que por méritos de nuestros adversarios. Depende de nuestra parte exigir a nuestros dirigentes y de participar activamente en los diversos movimientos internos sembrando de aliento a nuestro pueblo pues ha quedado fehacientemente demostrado que los actuales gobernantes no son ni remotamente mejores que nosotros.

“El Colorado” se compromete a convertirse en la caja de resonancia de ustedes, los auténticos dueños de este medio periodístico. Mándenos sus mensajes que en la medida de nuestras posibilidades lo publicaremos en la sección “Cartas al director”. Vayan nuestros saludos fraternos a nuestras madres en su día, damas de todas las edades, a sus maridos, hijos, hermanos, nietos, parientes y amigos, pues del trabajo mancomunado del gran pueblo colorado dependemos para recuperar el poder y enmendar errores del pasado, para bien de nuestra querida patria…. ¡la República del Paraguay!

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