Rogelio a. Careaga, Ph.D. de La Universidad de Stanford.
Muchas son las quejas contra la política externa de los Estados Unidos. Sin embargo, con frecuencia la gente olvida que las intervenciones en la política de otros países tuvieron lugar en el contexto de la guerra fría. El propósito era frenar la expansión de la Unión Soviética en todos los continentes. No pretendo analizar y menos justificar las intervenciones, sino más bien destacar el hecho de que Estados Unidos es uno de los países que más ha contribuido al desarrollo económico de los países menos desarrollados y en vía de desarrollo, así como al combate de enfermedades como la poliomielitis, la malaria, el Sida y otras que hasta hoy no han sido totalmente erradicadas de algunas regiones del mundo.
Desde hace décadas, el gobierno de los Estados Unidos, como también instituciones del sector privado, entre ellas la Ford Foundation, Habitat para la Humanidad y, de más reciente origen, la Melinda and Bill Gates Foundation, han hecho aportes importantes en el campo económico, social y de la salud de muchos países.
Por ahora me referiré solo a la ayuda del gobierno. A lo largo de varias décadas, nuestro país ha recibido ayuda de los diferentes gobiernos americanos como, por ejemplo, a través del programa conocido como Punto Cuarto, establecido durante el gobierno del Presidente Harry Truman. Luego la Alianza para el Progreso y el Cuerpo de Paz durante el gobierno del Presidente John F. Kennedy. Cabe destacar asimismo la continua contribución de la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID) cuyos programas de asistencia al desarrollo económico e institucional siguen dando frutos en el ámbito económico, político y educacional. En este sentido hay que mencionar la cooperación con programas de becas y asesoría. Sin embargo, es en momentos de crisis cuando sobresale Estados Unidos por sus aportes para mitigar los efectos de desastres naturales, y de epidemias y actualmente de la pandemia.
En efecto, en nuestro país, el número de contagiados por el Coronavirus y de más de 15.000 muertos ha empezado a disminuir gracias a las vacunas. Conviene recordar que la mayor cantidad, 2.000.000 de vacunas Pfizer, nos ha donado el gobierno de los Estados Unidos. Pero no sólo a nuestro país el gobierno americano ha enviado vacunas. Hasta la fecha ha donado 111.701.000 de vacunas a 66 países diferentes. Cabe resaltar que dicha cantidad es mayor a la donada por los demás países juntos. Y hoy, en conferencia de prensa el Presidente Biden dijo que seguirá enviando más vacunas a los países que no han logrado adquirir cantidades suficientes.
Hay quienes argumentan que la donación de vacunas no es un acto puramente altruista. Pues, es obvio que cuanto mayor sea el número de personas vacunadas en el mundo, menor será la probabilidad de que el virus vuelva a expandirse y mutar y llegue de vuelta a los Estados Unidos. Por tanto, como resultado de la donación de las vacunas, la población de los Estados Unidos estará mejor protegida y la donación de las mismas responde a la necesidad de autoprotección. No obstante, dicho argumento no explica por qué los demás países no contribuyen al combate de la pandemia en igual o mayor medida que los Estados Unidos ya que también ellos deben protegerse. ¿Cuál podría ser la explicación a la respuesta desigual de otros países del primer mundo que se presume tienen los medios para hacer donaciones en similar medida que los Estados Unidos? Si el gobierno de cada país es reflejo de su población, se podría postular que la generosidad de la población de Estados Unidos, a diferencia de otros países, es algo profundamente arraigado en su cultura. Y las acciones de sus gobiernos son reflejo de una tradición. Aunque ese sentido de generosidad, esa capacidad de organizarse para extender ayuda a quienes necesitan no resulta plenamente visible a los demás, pues se canaliza a través de sus gobiernos.
Por lo general, la prensa y los demás medios de comunicación hablan del gobierno de los Estados Unidos. Y, a veces, la impresión es que se trata de un ente abstracto de gran poder e inagotables recursos. Sin embargo, el gobierno no obtiene las vacunas en forma gratuita. Debe comprarlas de las compañías del sector privado que las producen. Es decir, que las que fueron donadas a nuestro país las tuvo que comprar de la Pfizer. ¿Y de dónde saca el gobierno el dinero para comprar las vacunas? No llueve dinero en Washington. Ese dinero sale del trabajo diario y arduo de los trabajadores norteamericanos que en su mayoría, es decir los de clase media, pagan alrededor del 30% de su sueldo en concepto de impuesto a la renta personal. De su sueldo debe pagar además el 6% para el seguro social y otros impuestos que comparte con quienes les emplean destinados a seguro de desempleo. Así pués, en realidad, es el pueblo norteamericano el que realiza las donaciones y merece nuestra gratitud.
«Sin embargo, con frecuencia la gente olvida que las intervenciones en la política de otros países tuvieron lugar en el contexto de la guerra fría». – Afghanistan , Iraq, Libia, Siria, y Yemen son todas intervenciones (mejor dicho, invasiones), DESPUES de terminada la guerra fria.
Andrew, Tienes razón esas invasiones fueron posterior a la guerra fría. Habría que analizar por qué se llevaron a cabo esas invasiones. Iraq había invadido Kuwait. Los países árabes permitieron el ingreso de tropas en sus países para la primera guerra del Golfo, especialmente Arabia Saudita. Eso fue intolerable para Osama Bin Laden, quien con sus seguidores de Al Qaeda, desde Afghanistan, con la connivencia de los Talibanes, planearon el ataque a las Torres Gemelas, al Pentágono y a un tercer blanco que fue frustrado por los pasajeros del avión secuestrado. Todos los pasajeros de ese avión murieron. Según entiendo, el gobierno de Estados Unidos exigió a los Talibanes que expulsen de su territorio a los miembros de Al Qaeda. Se negaron a hacerlo, y eso motivó la invasión a Afghanistan. Libia fue atacada por aviones de Estados Unidos, pero fueron los europeos, Francia especialmente los que invadieron. Estados Unidos, a insitencia de Francia, se involucfró en en el ataque a las fuerzas de Kadafi con apoyo aéreo. Hay que tenerr en cuenta que Kadafi siempre había apoyado actos de terrorismo, principalmenrte en territorio europeo. ¿Te acuerdas de la bomba que pusieron en el avión de Pan Am y que cayó en Lockerbie?. Siria tampoco fue invadida por Estados Unidos. Es cierto que dió apoyo a quienes se levantaron contra el régimen de Bashar Al Assad. En lo que respecta a Yemen, el conflicto de fondo es entre Iran y Arabia Saudita. Obviamente, Estados Unidos daba apoyo aéreo a Arabia Saudita, durante el gobierno de Trump. No sé si sigue haciéndolo, creo que no. A mi criterio la invasión de Iraq fue lo peor que hizo George W. Bush.
Andrew, no es fácil analizar, en pocad líneas el embrollo del Medio Oriente donde colisionan intereses de Rusia, Estados Unidos, Israel,Turquía, China, que apoya a Irán y a Paquistán y este, a su vez, a los Talibanes.
Gracias Rogelio por tu comentario – como bien lo dices el tema es complejo y da para una larga discusión contigo con un rico café de por medio!