Por Rogelio A. Careaga, Ph.D. de la Universidad de Stanford
Hasta ahora, 14 de junio, sólo un bajísimo porcentaje de la población ha podido acceder a algún tipo de vacuna. Está claro que por mucho tiempo no tendremos suficiente cantidad de vacunas para cubrir a toda la población que tendría que ser vacunada. Esta es la cruda realidad, y si nos quedamos con los brazos cruzados en espera de las vacunas, el número de hospitalizados y de muertes seguirá aumentando exponencialmente.
Pero como ciudadanos podemos hacer algo, no somos impotentes. Independientemente de lo que haga o no haga el gobierno, está en nuestras manos frenar la expansión de contagiados y enfermos graves, y dar respiro a los hospitales y centros de salud, cuya capacidad de atención está totalmente rebazada..
¿Qué podemos, mejor dicho, qué debemos hacer? La respuesta la sabemos todos. No obstante, vale la pena volver a mencionar esas medidas para que tal vez a fuerza de repetición, el conocimiento se convierta en acción. Lo que hay hacer es:
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Usar tapabocas,
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Mantener distanciamiento social.
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Quedarse en casa en la medida de lo posible.
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Evitar asistir a fiestas y lugares donde se aglomera la gente.
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Lavarse las manos con frecuencia.
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No viajar a Brasil para evitar exponerse a la nueva cepa, más contagiosa y letal del virus.
Sin embargo, a muchos compatriotas parece no importarles correr el riesgo de contraer y transmitir el virus a otras personas. Actúan como si estuviésemos viviendo en condiciones normales. Salen de casa sin tapabocas, asisten a fiestas, van a pasar sus vacaciones en las playas del vecino país.. Algunos incrédulos piensan que porque están sanos, si llegan a contraer la enfermedad, el virus no les va causar graves problemas.. Otros creen que de poco sirve acatar las recomendaciones de las autoridades sanitarias y piensan que solo la vacuna puede controlar la expansión del virus.
Sin embargo, cabe señalar que Corea, Taiwán, Singapur, Nueva Zelanda y otros países han limitado el contagio no por medio de vacunas sino usando tapabocas y siguiendo las medidas recomendadas por sus autoridades sanitarias. El contagio en esos países ha sido muy bajo porque cada ciudadano ha asumido la responsabilidad de protegerse y de proteger a los demás.
En nuestro país, según informes del Ministerio de Salud Pública, el Covid19 está tomando fuerza en todo el territorio. Todas las regiones sanitarias reportan casos de coronavirus, y el 43% del país se halla con un nivel muy alto de transmisión comunitaria.
Así pues, nuestro país está en guerra contra el Covid19. Cada día los medios de comunicación nos informan cuál es el número de nuevas bajas. En efecto, según estadísticas del Ministerio de Salud Pública 900 personas mueren semanalmente de Covid19.
Esos números seguirán aumentando exponencialmente si nos sentamos a esperar que lleguen las vacunas y no asumimos nuestra responsabilidad de protegernos a nosotros mismos, a nuestros seres queridos y a las demás personas con quienes entramos en contacto. Nuestro deber patriótico es evitar que el número de bajas siga aumentando. Quienes no asumen su responsabilidad en esta guerra, se convierten en aliados del mortal enemigo. Son su quinta columna.