En su obra «Historia da Guerra do Paraguai» (1976), aunque critica la personalidad del Mariscal Solano López, no deja de expresar su admiración como militar. Escribe Von Versen: FUENTE URDAPILLETA
Gral. Maximilian Felix Christoph Wilhelm Leopold Reinhold Albert Fürchtegott von Versen. Maximilian von Versen (Gut Wurchow near Neustettin 1833 – Berlin 1893), nació de una familia de oficiales en Pomerania y forjó una brillante carrera como oficial del Ejército Real Prusiano, por la cual se le otorgó la orden «Pour le Merite» en 1866, entre muchas otras condecoraciones. Se hizo General Adjunto de S.M. el Emperador Guillermo II de Prusia, Comandante General del III Cuerpo de Ejército, miembro del Landesverteidigungs-Kommission en Berlín y hacia el final de su vida alcanzó el rango de General de Caballería. Participó en la Guerra de los Ducados, la Guerra Austro-Prusiana y la Guerra Franco-Prusiana. Escribió dos libros sobre sus experiencias en Sudamérica, siendo el más famoso el de la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay.
«No tenía otro interés en el Paraguay sino estudiar las condiciones del país. Nunca me alejé del propósito de permanecer ajeno a todas las cuestiones militares y nunca me entrometí en la política interna, aunque debo confesar que los brillantes dotes de personalidad tan eminente, como era López, no podían dejar de fascinar mi espíritu. Quizás aún quede entre los vivos alguien que pueda dar testimonio de los hechos acaecidos durante las fases de mi estadía en el Paraguay y ciertamente él, reconsiderando lo que vio, no emitirá juicio diferente del mío respecto a la grandeza intelectual del genio militar de López, ni juicios menos severos respecto a sus muchos otros actos«.
Luego agrega Von Versen sobre la resistencia en la «Campaña de las Cordilleras» del Regente de Paraguay:
«López hizo llevar a Caacupé a los operarios ingleses y las máquinas del Arsenal de Asunción (…). ¡Todo esto en el receso en los bosques! Solamente la energía y actividad de López eran capaces de reunir el material necesario para tan urgente fabricación«.
Finalmente, indignado por la muerte de Solano López al que, a pesar de todo, admiraba, escribió con flema prusiana:
«Así, por los golpes de un salvaje (Chico Diabo) guiado por un pérfido (un desertor paraguayo) se extinguió la vida del ilustre Dictador del Paraguay. En la historia de la América Meridional su nombre quedó resaltado por su indomable energía y por su extraordinario talento, que lo demostró en el gobierno y la educación de la raza de indios (se refiere a los paraguayos). Dotes tan eminentes se hallan, al mismo tiempo, oscurecidas por sus graves defectos de temperamento. Produce lástima (…) que el pueblo heroico de los guaraníes se haya dejado inmolar sobre un altar que no merecía tan lúgubre holocausto«