Con él desaparece un colorado luchador de llanura quien defendió con tesón a propios y extraños.
El ingeniero Carlos Romero Pereira nos informó de su fallecimiento hace semanas atrás. Por eso agradecemos a Carlín quien siempre está atento cuando desaparece un dirigente colorado importante . A nosotros se nos pasó inadvertido con mucho pesar por haber sido testigos de su lucha contra la dictadura convirtiendo su domicilio de Ypacaray en el paño de lágrimas de colorados, liberales, febreristas y opositores.
Por eso nos llama la atención que su desaparición física no mereciera una recordación, principalmente de liberales, a quienes Luis ayudó en épocas difíciles. El paraguayo es de memoria corta y ni en el idioma vernáculo existe la palabra GRACIAS.
Luis nunca pasó de ser un líder de llanura. Para él el dinero no estaba en sus cabales. Ejerció numerosos cargos bien rentados, incluso fue diputado. Pero carecía de la pericia para manejar sus cuentas.
Recordamos muy especialmente la llegada del 13 de enero en compañía de uno de sus artífices, el coronel Enrique Jiménez, quien presidía la fiesta organizada por Luis Becker Genes. En esa época vivíamos un autentico republicanismo y se tiraba la casa por la ventana en Ipacaray
Sabía pedir dinero para poder repartir y así perdió todo pues fue por muchos años presidente de la seccional colorada de Tacuaral como el quería llamarla. Su muerte nos deja con no poca culpa por no ayudarlo como se merecía alguien como él que fuera el paño de lagrimas de propios y extraños.en épocas de persecuciones.