CARLOS ZAYAS VALLEJOS, EL ULTIMO JEFE DE LOS 33: UN RECUERDO PERSONAL CON MOTIVO DE SU FALLECIMIENTO


Escribe Osvaldo Bergonzi

Corre el año 1984. La comisión directiva del  regimiento Boquerón seguía sesionando en el ultimo piso del ministerio de defensa nacional bajo la presidencia del general Marcial Samaniego.
 
Habían fallecido el general Augusto Guggiari y el profesor  Dr. Julio Manuel Morales. El primero era jefe de batallón del regimiento durante la batalla de Boquerón, y el segundo, jefe de la sanidad. Ambos de la plana mayor.

El general, ministro y presidente de la comisión directiva de regimiento Boquerón  ante tales pérdidas apeló a sus descendientes, Profesor doctor Carlos Zayas Vallejos yerno del miembro titular general Augusto Guggiari y Osvaldo Bergonzi yerno del Mayor Julio Manuel Morales de la plana mayor.

Con Carlucho ya nos conocíamos. Pero ante tamaña propuesta ambos aceptamos. Poco después fallece el presidente y ministro y la comisión  directiva queda descabezada.

Más tarde, poco antes de la Candelaria el doctor Zayas Vallejos ofreció una cena en su domicilio donde asistió el jefe de los 33, doctor Edgar Ynsfran y el doctor Juan Manuel Frutos CalurosoTanto Edgar Ynsfran como Carlos Sayas me dicen que yo estaba invitado por ser  colorado aunque del lado de los contestatarios. La cena fue amena y guardo los mejores recuerdos.

El doctor Carlos Zayas Vallejos  fue, aparte de un buen amigo, un colorado leal firmante de los llamados 33 de Edgar Ynsfran que se enfrentaron al gobierno de Stroessner.

One Response to CARLOS ZAYAS VALLEJOS, EL ULTIMO JEFE DE LOS 33: UN RECUERDO PERSONAL CON MOTIVO DE SU FALLECIMIENTO

  1. Odón Frutos dice:

    Señor Director

    El Dr Zayas Vallejos fue un correligionario ejemplar, junto a quienes Ud menciona me tomo la libertad de mencionar al Dr Leandro Prieto y a Martín Cuevas.

    A diferencia de muchos amigos de mi familia ya mayores que no eran afectos a hacerse escuchar por los jóvenes, ambos me honraron con sus puntos de vista sobre los acontecimientos que jalonaran la entonces reciente historia del país y de la gloriosa ANR sugieriendome la lectura de textos clave para comprender la realidad nacional y los dogmas de Bernardino Caballero. Atesoro hasta el presente los títulos que me obsequiaron.

    Con correligionarios de similar calado político y otros cuya trayectoria conocemos, se rompió el molde.

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