Para lo único que son buenos los gobiernos de Buenos Aires son para inventar escusas e impedir las exportaciones paraguayas vía Río Paraná y Rio de la Plata, en tanto por casa como andamos, más perdidos que perro en canoa, con 44 muertos en altamar por negligencia.
No se puede creer que todavía funcionen submarinos tan obsoletos. Solo a un país del último mundo se le ocurre arriesgar 44 vidas. Pero eso si, para hablar del tema son campeones mundiales mientras los familiares de las víctimas le lanzan trompadas. Sus deudos yacen en el fondo del mar porque sus autoridades son las peores del planeta.
No hace mucho un juez africano embargó el buque insignia de Argentina y lo dejó anclado en su perdido puerto por varios meses. En tanto unos ingenuos guardiamarinas invitados de diferentes países que todavía creían en el lobo feroz y caperucita roja tuvieron que volver a sus respectivos países de su propio peculio.
Eso si. Para comprarnos nuestra energía a precio vil son muy profesionales. Cuando en Europa los países sin litoral marítimo tienen una serie de ventajas, por estas latitudes se observa lo contrario. Nos juegan a matar.