Gustavo Leite, ministro de Industria y Comercio. / Jorge Cañete, ABC Color. «Lo que están haciendo es desviando la atención y el objetivo está solamente dentro de la compra del producto y el gasto de US$ 40 millones para montar una planta de GLP», consideró Pedro Ballota, titular de la Cámara Paraguaya del Gas (Capagas), acerca del proyecto de ley que convertirá a Bolivia en nuestro único proveedor por 20 años. Nota: Desde que se liberó la importación de petróleo y gas los precios se fueron por las nubes. El ministro Gustavo Leite se ciñe al ideario colorado que expresa: “El estado intervendrá en la vida económica nacional para corregir desigualdades sociales”. Lo que hace Leite es cerrar el grifo a la angurria desenfrenada del sector privado. Los hogares paraguayos humildes precisan de gas barato y tal es el plan del ministro Gustavo Leite el cual un colorado debe apoyar. Ballota, conocido en su casa a la hora de comer, puede ir a llorarle a su abuela.
Pedro Ballota, titular de Capagas, reiteró que es mentira que los precios del gas bajarán de aprobarse el proyecto de ley que prevé tener como proveedor a Bolivia. “Es muy hábil este ministro (de Industria y Comercio, Gustavo Leite) para mentir”, señaló.
Sus afirmaciones se dirigieron específicamente al ministro de Industria y Comercio, Gustavo Leite, a quien acusó de mentir al pueblo y al presidente de la República, Horacio Cartes, diciendo que con esta medida se producirá una reducción en el precio del gas. «No se habla con toda la verdad y me parece injusto. Es muy hábil este ministro para mentir. Se tomó del tema que nosotros tenemos miedo de que ellos nos saquen el mercado», acusó en diálogo con ABC Cardinal.
Aseguró que otras de las mentiras tienen que ver con que desde el Gobierno se había prometido que las estaciones de servicios de Petropar lograrían 60% del mercado durante esta gestión; sin embargo, «llegaron a apenas 30 estaciones de servicios en cuatro años, gastando unos G. 40.000 millones».
El proyecto de ley presentado por el Gobierno sobre “Acuerdo Marco entre los gobiernos de Paraguay y Bolivia para la provisión de gas natural, gas licuado de petróleo y otros derivados” busca ceder a Bolivia –por 20 años– la soberanía nacional en la compra de gas y entregar a Petropar el monopolio del mercado local. Avanza a pasos agigantados y cuenta con aprobación de tres comisiones en el Senado.