Exhortación. Ante un público multitudinario, Mons. Edmundo Valenzuela pidió prepararnos espiritual y conscientemente para la venida del papa Francisco. Mons. Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción, ofició la misa multitudinaria de Vigilia del Corpus Christi en el Defensores. Más de 25.000 personas se reunieron en el encuentro a la espera de Francisco. Nota: Esta es la respuesta del la Estrella de Belén contra los cultores de la muerte como los comunistas ateos disfrazados de progresistas y socialistas. ¿Si todavía el PAPA FRANCISCO no piso tierra paraguaya y ya abarrota el Defensores del Chaco, como será cuando llegue a nuestro país? Ya son tres millones de creyentes argentinos y brasileros que reservaron cuanta pensión queda libre, departamentos y casas particulares. ¿Que nos dice el abortista y cultor de la muerte, no muy fanático de su sexo, CARLOS FILOZZOLA? Esperemos que el pueblo paraguayo ya no le vote nunca más a ningún Pinocho Filizzola.
Haciendo un llamado a la conversión en Dios, criticando fuertemente la hipocresía de la sociedad y el «triste espectáculo de nuestra realidad social y política», Mons. Edmundo Valenzuela, arzobispo de Asunción, comprometió a los Hinchas de Dios, hinchas del Papa a cambiar sus vidas durante la vigilia de Corpus Christi que se realizó anoche en el estadio Defensores del Chaco, a la espera del papa Francisco.
Las palabras del religioso sucedieron al rezo del Rosario, cánticos, alabanzas e intercesiones que realizaron más de 25.000 católicos inquietos en las gradas de la cancha. «Nuestros caminos se llenaron de barro por injusticias, violencias, robos, asaltos, divorcios, abortos, infidelidades…que solo nos producen sufrimientos, atrasos sociales y miserias morales», manifestó Valenzuela.
Todo lo que sucede en el país –dijo el obispo– da la impresión de una contienda interminable que arrastra una historia de desunión, desacuerdo e hipocresía que nos han dominado.
Nos llamamos cristianos y no tenemos vergüenza de nuestros males y pecados, criticó Mons. Valenzuela a la sociedad, destacando el «triste espectáculo de nuestra realidad social y política». Calificó a los políticos de arrogantes, caprichosos y hasta infantiles, que no buscan el bien de la Patria y de las familias, el bien común.
«Nos acorralamos en nuestros mezquinos intereses personales o de grupos. Esos son nuestros pecados de los que tomamos conciencia para convertirnos y volver a Dios y al amor a la Patria», remarcó.
El cambio. La gran vigilia de oración de Corpus Christi, además de ser una oportunidad para poner a prueba la resistencia de los fieles que se encontrarán con el Papa en la misa de Ñu Guasu y el trabajo de los servidores, también prepara a los paraguayos espiritualmente para recibir a Francisco. Mons. Valenzuela dijo que la experiencia de anoche es una oportunidad excelente para iniciar el cambio de vida y aceptar una vez más la alianza de Dios.
«Perdónanos nuestras violencias, mentiras, hipocresías e infidelidades. Perdona nuestras divisiones y desentendimientos. Danos el espíritu de sabiduría para reconciliarnos y volver a la unidad de la familia paraguaya», concluyó el arzobispo ante los hinchas del Papa que, en vez de gritar gol, hicieron alabanzas.
EL COLORADO 