En la década de los año 90 del siglo xx desaparecieron las dictaduras en América, salvo en Cuba, Venezuela y Jamaica. Por otra parte, según algunos montoneros argentinos se inventaron 30.000 muertes. Quizá otro tanto en Chile, 3.000 o más, así como en Brasil, Uruguay y Paraguay con cifras relativamente bajas aun con todo el estruendo de la prensa. Pero dictaduras al fin. Sin embargo los dictadores fueron suplantados por otros. En nuestro país, desaparecido Stroessner, hacen su aparición miles de estronercitos: el EPP que secuestra y mata pobres, los narcotraficantes que despachan vidas como huevos en un almacén, los narco políticos como Pablo Escobar que sobornan a la justicia, los asaltantes que matan jóvenes para robarles un celular o una mochila, los atropelladores de negocios, cajas de bancos y gasolineras dejando un tendal de muertos y paramos de contar para no cansar. Honduras es campeón de América con 105 homicidios por cada 100.000 habitantes. Paraguay anda bien bajo con 25 por cada 100.000 según investigación nuestra. Pero llena el estadio de los defensores del Chaco contabilizando los últimos 25 años desde que Stroessner se fue. Verdaderamente de terror. Para peor queda comprobado que América Latina supera por lejos al África en Homicidios. Y Paraguay ya se niega a informar en estos dos años transcurridos así como otros 12 países. Suponemos para no ahuyentar inversores.
Llamativamente el diario ABC Color eliminó de su portal esta noticia que arroja 165.000 homicidios en América latina contabilizados por la organización mundial de la salud para el año 2012. Vayan a ese portal y compruébenlo. Suponemos debido a que durante años se denunciaron cientos de muertes durante la pasada dictadura y no puede ser que América Latina, hoy convertida en una democracia con todas las letras, llegue a la suma referida en tan solo un año con la cual se puede llenar por lejos el estadio MARACANÁ, de Río de Janeiro.
Resulta claro que esta parte del mundo no se halla capacitada para suplantar a las dictaduras pues carece de virtudes ciudadanas, presupuesto básico para practicarla conforme nos enseña el Barón de Montesquieu en su libro EL ESPÍRITU DE LAS LEYES, libro de cabecera en la mesa de luz de, Thomas Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos. Es más, en Argentina poblada por europeos, sus hijos no pudieron sustraerse a los caudillos de poncho, boleadora y facón hasta muchos años después. Así se explica que la primera elección libre recién se realiza en 1916 cuando sube al poder por el voto popular el señor Hipólito Irigoyen.
Pero paradójicamente a partir de allí Argentina desciende con los años del 5º lugar como potencia mundial a la posición 40 o 50 de la actualidad. Los gobiernos de Julio A. Roca y Roque Sáez Peña, por dar dos nombres, fueron autoritarismos no muy rígidos, pero autoritarismos. Y en la presidencia del segundo de los nombrados, fallecido en el poder, se llega al record señalado. De manera que las estadísticas cantan verdades y no podemos tapar nuestros ojos.
Hemos reemplazado nuestras dictaduras, en varios casos para bien. Sin embargo, no trajimos algo mejor en muchos de los países que conforman la América Latina, Salvo quizá Chile, Costa Rica o Uruguay, de relativa poca población. De manera que América Latina se halla en deuda con la democracia a juzgar por el enorme número de homicidios cometidos casi todos ellos impunes en tan solo un año por tiranuelos en lugar de los promocionados dictadores, aunque siguen tintineando en nuestros oídos que África es mucho menos violenta que nosotros, los llamados pueblos civilizados.
SIC SEMPER TYRANIS o mejor VERGUENZA, CUBRETE EL ROSTRO.