Aunque parezca mentira, Cuba manda en Venezuela. No los venezolanos. Cuba, o sea los Castro. Rigurosamente así. Esto es presumiblemente lo que se quiere decir, en rigor, con la noción que está sembrando activamente la izquierda radical regional de la “Patria Grande”, con la que se quiere remplazar, a lo largo y ancho de América Latina, a la de las distintas nacionalidades. De modo que las órdenes lleguen a todos desde Cuba, derechito, sin problemas, ni sorpresas, ni discusiones. Porque así “debe ser”.