Por Dr. HUMBERTO ZARACHO
En el año 1964 el Partido Colorado presentó en el Congreso Nacional un proyecto de Ley “Por el cual se establece y se declara «Centenario de la Epopeya Nacional» el lapso comprendido entre el 11 de Noviembre de 1964 y el 19 de Marzo de 1970”. El Dr. Luis María Argaña, joven legislador republicano, fue el portavoz que lo fundamentó en la sesión plenaria. En una parte de su alocución señaló: Señor Presidente, este proyecto tiene un contenido patriótico también un origen acabadamente patriótico. No es el resultado ni la expresión de una bancada, ni de un hombre, es el resultado y la expresión del pensamiento de toda la representación paraguaya en éste Parlamento, por eso cuento, desde ya, con la aprobación unánime del mismo… Este proyecto busca hacer retumbar en el presente los ecos de una época gloriosa que imprime fe en el porvenir de nuestra patria”. Sus palabras fueron retribuidas con un sostenido aplauso de los miembros de la bancada colorada y liberal. En consecuencia, en homenaje de la Nación Paraguaya al heroísmo y sacrificio del pueblo en armas durante la Guerra contra la Triple Alianza, el Superior Gobierno de la Nación promulgó la Ley Nº 999 el 31 de Agosto de 1964.
Dentro del marco celebratorio del Centenario el Gobierno Nacional dispuso erigir una estatua ecuestre en bronce del Héroe Máximo inmolado en Cerro Corá. El Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones general (R) Marcial Samaniego encomendó al escultor Francisco Javier Báez Rolón el vaciado de la estatua. Todo el país prestó su apoyo para recolectar el material que requirió la obra, obteniéndose gran parte del bronce necesario. El resto fue aportado por el Gobierno. El monumento fue entregado por el general Marcial Samaniego a la Comuna asuncena el 27 de abril de 1970, e inaugurado en el 1º de marzo de 1970 por el presidente Alfredo Stroessner. A la gran ceremonia de profundo calor patriótico asistió una inmensa santidad de ciudadanos, mujeres y estudiantes. Originalmente el monumento se hallaba sobre un imponente pedestal ubicado en la plazoleta construida en la intersección de las Avenidas Mariscal López y General Santos. Pero en el año 1990 fue trasladado en la Plaza del Congreso, lugar donde se encuentra hasta hoy. Por la relevancia histórica del Héroe Máximo el monumento debería de ser trasladado nuevamente y colocado en el centro de una plaza de nuestra capital que lleve por nombre “Mariscal Francisco Solano López”.
El monumento al heroico Mariscal de Acero tiene la particularidad de ser la única estatua ecuestre en América donde la figura de un Héroe Nacional descansa sobre una sola pata. Esto deviene de la Resolución Nº XI aprobada en el VII CONGRESO PANAMERICANO DE ARQUITECTOS realizado en La Habana (Cuba), en el mes de abril de 1950, con la participación de representantes de las 21 repúblicas americanas. Parte del Considerando de dicha Resolución expresa: “Que es aspiración americana propender a la unificación de las normas positivas que rigen en América, en homenaje a los héroes nacionales de los países americanos que se destacaron en la lucha por la libertad de sus respectivos países y en justo reconocimiento a la labor cultural panamericana”. Y en la parte resolutiva puede leerse: “1º.- Consagrar a los héroes nacionales de América que se distinguieron por su valor y espíritu de justicia por la respectiva nacionalidad. 2º.- Los héroes que sucumbieron en acción activa y espontánea, el corcel posará sobre una sola pata”. Esta resolución fue aprobada el 14 de abril de 1950, y fue adoptada como norma por la Organización de Estados Americanos (OEA).
Este aspecto de la estatua ecuestre no es muy conocido ni siquiera en nuestro medio. En los últimos años han surgido voces que intentan descalificar u ocultar los méritos de nuestro Héroe Máximo. Y en su desnaturalizado interés hasta llegan a recurrir a la difamación y la calumnia histórica. A estos pseudos historiadores, roedores de las figuras heroicas y célebres de nuestra patria, le respondemos con las palabras escritas por uno de los más renombrados y destacados historiadores hispanoamericanos, el mejicano Carlos Pereira: “No se fundirá bronce bastante en América para glorificar a Francisco Solano López por haber sabido abrir el cimiento de un Estado en el fondo de una selva” (1).
NOTA:
(1) CARLOS PEREIRA. “Solano López y su drama”, Ediciones de la Patria Grande, pág. 31, Bs. As., año 1962.
Humberto: Te habrás dado cuenta que los colorados somos los únicos en rendirle muchas líneas al Mariscal. Los demás parece que lo olvidaron o nunca lo quisieron. Pero saben disimular, como el nieto peridita de Beliario Rivarola, aquel ministro liberal que afirmaba que el Mariscal era una bestia con forma humana. Pero el presidente Eligio Ayala le paró el carro y le dijo: – Mire Rivarola, el 24 de julio de este año de 1927 se festejará el natalicio del Mariscal Francisco Solano López como lo pide el Partido Colorado. He firmado la autorización. El ministro hizo mutis por el foro.Por eso a Eligio Ayala siempre lo recordamos los colorados con mucho respeto. Saludos y felicitaciones.
Para mi que esta errado el articulo. La estatua ecuestre estaba ya en la decada del 70 ahi frente al congreso. Despues de 1990 fue llevado a mcal. lopez y vuelto a traer de nuevo.