Después del Jesús en la boca que padecimos, quedamos muy tranquilos, pues nuestra reina de la unidad en el disenso del coloradismo, se halla fuera de peligro. Nos animamos a decir que a Lilian no solo la queremos nosotros los colorados sino quienes no son afiliados a la ANR.
Ella con su carisma y humildad se ganó el aprecio de todos sus compatriotas. Suponemos que su familia estará orgullosa de esta hija a quien la conocimos en su infancia y jamás suponíamos que sería nuestra gran conductora en la retoma del poder nacional.
Hoy dormimos más tranquilos luego de las confusas informaciones primigenias. A Ignacio, su esposa e hijos vayan nuestros mejores deseos. Y a Lilian no la molesten por un buen tiempo con pedidos.
Al pueblo colorado !SALUD!