Por el Coronel (R) Dr. HUMBERTO ZARACHO
PROLEGOMENOS DE LAS OPERACIONES
Desde un comienzo las autoridades nacionales no quisieron aceptar la gravedad que encerraba la invasión del territorio chaqueño por tropas bolivianas, que se inició en 1906. Estas progresaron de poco sobre la margen izquierda del río Pilcomayo, enfilando luego en dirección al río Paraguay. En total, desde 1906 a 1932 Bolivia fundó 26 fortines ante la tibia reacción de los sucesivos gobiernos paraguayos.
Cuando se produjo la toma del Fortín Pitiantuta el 15 de junio de 1932, se inició la defensa militar del Chaco. El presidente José P. Guggiari no tuvo otra alternativa que la de cambiar su estrategia militar para defender el Chaco. Autorizó entonces la retoma del Fortín. Este fue recuperado el 15 de julio por el Destacamento comandado por el Tte Ernesto Scarone. La respuesta boliviana no se hizo esperar. A finales del mes un poderoso contingente atacó y capturó los fortines paraguayos Corrales, Toledo y Boquerón.
El 15 de agosto de 1932 asumía la primera magistratura el Dr. Eusebio Ayala. Tiempo después éste expresó: “En el Chaco habría apenas algunas escaramuzas porque intervendrán los países, Argentina y Brasil no permitirían una guerra en América” (1) A un mes de la batalla de Boquerón el Dr. Ayala se hallaba totalmente ajeno a la realidad que se avecinaba en el horizonte chaqueño. Para peor, encontró un frente interno bastante caldeado. “Existía entre los (tres) generales paraguayos la idea irrestricta de que la defensa del Chaco debía organizarse sobre el río Paraguay. Esta idea se generalizó en todo el Ejército. En las clases de Táctica de la Escuela Militar nadie nunca habló de que en caso de guerra el Ejército debería de tomar la iniciativa de las operaciones” (2).
Tuvo sí el Dr. Ayala el mérito de haber designado como Comandante en Jefe del Ejército en Operaciones al entonces TCnel. José Félix Estigarribia, quien sostenía la tesis de que “debía iniciarse la movilización a fin de que pudiera canalizarse rápidamente una concentración de todos los medios en el sector de Puerto Casado o en el sector central del Chaco”. Al final esta tesis prevaleció, felizmente, sobre la idea de los generales. Es necesario consignar, antes del análisis, los principales inconvenientes para el inicio de las operaciones: a) La indecisión del poder político, b) La falta de más medios materiales para la dotación del Ejército, c) La escasez de camiones de transportes, y d) La falta de agua potable.
OPINION DE LOS PROTAGONISTAS MILITARES Y ESTUDIOSOS DE LA GUERRA
Varios protagonistas y estudiosos de la Guerra del Chaco comentaron sobre la escasa preparación de nuestro país para rechazar al invasor, El propio conductor escribió en sus Memorias: “Yo ofrecí irme al Chaco para organizar una División del Ejército, la cual sería la primera formada en nuestro país. A fines de junio de 1931, llegué a Puerto Casado, el lugar elegido para albergar mi P. C. . .” (3).
«…Recién en el año 1931, fue creada la Primera División del Ejército, bajo el comando del TCnel. Estigarribia….El mes de agosto de 1932 fue memorable para el personal del Estado Mayor de la D.1, por las actividades desplegadas. El personal improvisado, pero de gran espíritu de trabajo y voluntad, hubo de ser instruido en sus respectivas funciones especiales, en medio de los trabajos propios de un Estado Mayor en campaña….Como no existían formularios impresos, ni modelos de partes e informes, se tuvo que confeccionar a mano, modelos especiales… El Estado Mayor Divisionario, como órgano de Comando, no existía. Fue creado con mi nombramiento, pero sin asignarme oficiales para hacerlo funcionar. El comandante de la D.I.1. contaba en esa época, (agosto 1932) como personal del Estado Mayor, con los Ttes 2° Virgilio Larroza y Emilio Díaz de Vivar, el entonces Subintendente Militar de 2ª César Molinas era intendente divisionario, el Cirujano 1ª Dr. Manuel Rodríguez ejercía el cargo de Jefe del Servicio Sanitario Divisionario…En el país, no se realizaban maniobras militares salvo una vez, en el año, 1930…..Y la única concentración militar efectuada en Campo Grande en 1930, que se llamó “maniobra militar” con unidades esqueléticas y mutiladas orgánicamente, sirvió para poner en evidencia lo que venimos diciendo respecto a la anarquía reinante y la falta de un mando respetable y respetado.…La organización de una Gran Unidad, no era tarea fácil ni cómoda, puesto que no existían elementos para atender sus necesidades, ni personal para el E.M. y demás servicios….La mayoría de aquellos oficiales eran de reserva e improvisados, algunos de los cuales, Oficiales Inspectores de Policía, no tuvieron jamás oportunidad de recibir la más elemental enseñanza dé combate….Si no se conquistó Boquerón el primer día de la batalla se debió sin duda a factores negativos mucho más profundos, como la poca instrucción de los comandantes de tropa, la ninguna de los hombres movilizados apresuradamente, respecto a la técnica y los medios de la guerra moderna…. La falta de instrucción de las tropas movilizadas y la falta de experiencia de los comandantes de tropas (regimientos, batallones, compañías) fueron los factores que impidieron explotar las cualidades morales del soldado... Mediante los trofeos bélicos capturados (en la madrugada del 21-IX) se pudo armar el Batallón de Zapadores Nº 1, con ametralladoras livianas enemigas…» (4).
«La organización de una Gran Unidad, no era tarea fácil ni cómoda, puesto que no existían elementos para atender sus necesidades, ni personal para el E.M. y demás servicios…” (5)
“Había pelotones que tenían solo un fusil ametralladora, debiendo ser tres. Me consta, por haberlo visto con mis propios ojos, que había compañías que carecían totalmente de armamento, no tenían siquiera fusiles, posiblemente estas tropas hayan sido del Batallón Muñoz….Durante el asedio, estas tropas desarmadas sufrieron todas las penurias, igual que los combatientes, porque se esperaba de un momento a otro entrar en el reducto para hacerse de armamento adecuado, reforzando el tradicional machete (6).
BAJAS DE AMBOS ADVERSARIOS
En Boquerón llegaron a revistar unos 4.700 bolivianos, contra 8.315 paraguayos. Es decir, ni al comienzo ni al final de la batalla esta cantidad no alcanza la proporción de 2 a 1.
En cuanto a las bajas (entendido los muertos, heridos y prisioneros) se registró la cantidad siguiente: a) bajas bolivianas, 1.878, o sea el 42%; b) bajas paraguayas, 1.486, o sea el 16%.
FORMACION PROFESIONAL DE AMBOS EJERCITOS
Los datos referentes a Bolivia, fueron obtenidos del ya citado libro del Cnel. Rogelio Ayala Moreira.
– El Servicio Militar Obligatorio se estableció en Bolivia en 1907, 9 años antes que en el Paraguay (1916)
– La Escuela Militar existía ya en Bolivia en 1907; en el Paraguay fue creada en 1915
– La Escuela de Sargentos fue organizada en Bolivia en 1907, 21 años antes que en el Paraguay (1928)
– La Escuela Superior de Guerra fue organizada en Bolivia en 1907; en nuestro país en 1931, es decir 24 años después
– El Estado Mayor General fue creado en Bolivia en 1906; en nuestro país unos 18 años después
– Nuestros oficiales de reserva fueron formados, en su mayoría, dede1928, mientras que en Bolivia lo hacían ya en 1907.
– En Bolivia se efectuaban maniobras militares de rutina desde 1912; en nuestro país recién en 1930 (18 años después), se efectuó una “concentración militar” a la que se llamó “maniobra”
– Sociedades Civiles de Tiro fueron organizadas en Bolivia en 1906; en nuestro país nunca
– Hasta 1931, la incorporación de conscriptos se hacía en forma desordenada, en pequeñas partidas, durante todo el año, desde voluntarios de 16 años hasta jóvenes de 26 años.
– El licenciamiento de los conscriptos dependía de la suerte: algunos eran licenciados a los 2 años, otros a los 25 o 26 meses. En algunos casos llegaban a alcanzar hasta 3 años. En esta forma, no había posibilidad de efectuar una instrucción metódica.
En síntesis, la calidad profesional del ejército boliviano, en los distintos escalones del mando y de la jerarquía, era muy superior a la del paraguayo mediante su minuciosa preparación desde mucho tiempo antes de estallar el conflicto. Para colmo, desde el derrocamiento del Partido Nacional Republicano, los paraguayos nos desangramos en dos guerras civiles, en revueltas, asonadas y cuartelazos.
OBJETIVO POLITICO Y MILITAR DEL GOBIERNO PARAGUAYO
Estigarribia expresa en sus Memorias que la orden para iniciar las operaciones en Boquerón fue enviado por el Dr. Ayala a su Cuartel de Casanillo el 1º de setiembre. Este llegó en un Memorándum sin fecha ni firma, fue portador el Mayor Juan Manuel Garay. El documento contenía los siguientes objetivos:
a. Demostrar a los neutrales y a otros países… que el Paraguay posee capacidad militar.
b. Dar satisfacción a la opinión pública y al ejército. “… Teniendo asegurado el objetivo en vista: LAS TROPAS REGRESARIAN A ISLA POI. . . «.
c. «Si el éxito es obtenido, la persecución sería realizada sólo en la extensión aconsejada por las razones tácticas.
d. “En caso de que el enemigo ofrezca seria resistencia o contraataque inmediatamente o consigue rechazar nuestras tropas, la retirada resultaría una consecuencia de la falta de agua…».
e. «ES IMPORTANTE QUE LA OPERACION APAREZCA COMO EL RESULTADO DE UNA INICIATIVA DE PARTE DEL COMANDO«.
IMPRESIONES DEL COMPORTAMIENTO EN LA BATALLA DE BOQUERON
El Cnel. Rogelio Ayala Moreira, Jefe de Operaciones del I.C.E., cuyas tropas defendieron Boquerón escribió: “Olas defensivas de las nutridas tropas enemigas que llevaron el ataque frontal, se estrellaron sangrientamente contra nuestras posiciones y su magnífico plan de fuego… (pág. 157). Nuestras tropas exteriores de Boquerón efectuaron 6 sangrientos contraataques y rompieron 4 veces el frente enemigo, ingresando en el reducto sitiado…«. (pág. 166).
«Ante los ataques (paraguayos), una y diez veces se mantienen firmes (los bolivianos) en sus puestos, y aún espera tranquila… nuevos asaltos; tiene trincheras perfectamente construidas y de flanqueo de fuego de ametralladoras pésalas y livianas. Un sector bien dirigido y mejor sostenido…”, anotó el TCnel. Marzana en su Diario de Guerra el 11-IX-32. (Carlos J. Fernández, pág. 172).
LA RENDICION BOLIVIANA
El Alto Mando paraguayo ordenó que en la madrugada del día 29 se llevase a cabo un asalto general a las últimas posiciones enemigas, que ya se encontraban tambaleantes después de tres semanas de cuenta lucha.
Antes de darse la orden de ataque nuestros soldados comenzaron a distinguir figuras blancas en sus respectivos frentes. Eran combatientes bolivianos que salían de sus trincheras portando sábanas y mosquiteros blancos en señal de rendición. Pero estas señales de rendición ¿no sería un ardid del enemigo para barrer con su mortífero fuego a nuestras líneas desprevenidas? Lo cierto fue que, tímidamente al comienzo, ambos bandos tomaron contacto entre sí, y el enemigo comenzó a entregarse incondicionalmente.
Recordando ese momento dice Taborga: “En algunos lugares, el enemigo que se encontraba a 10 metros de distancia, irrumpe en las zanjas y en vez de ultimar a nuestros soldados a bayonetazos, los abrazan, les dan agua y se apresuran a ofrecerles sus paquetes sanitarios” (pág. 83).
En la media mañana, luego de ser socorridos los heridos y enfermos, todos los prisioneros fueron concentrados en la plazoleta del fortín, y luego se les ordenó marchar hacía Isla Poí, de donde fueron conducidos a Puerto Casado y finalmente a Asunción.
A su vez las unidades paraguayas, después de reorganizarse, iniciaron la marcha triunfal hacia el norte del Chaco, que culminaría con la reconquista de los límites arcifinios de nuestro territorio. De esta forma finalizó el primer capítulo de esta nueva epopeya de nuestra historia militar.
RESULTADOS DE LA BATALLA DE BOQUERON
En referencia al rendimiento del Ejército nacional un destacado comandante de regimiento menciona que hay “…dos factores determinantes de la historia de la guerra chaqueña; son ellos: 1º) una nación que no supo organizarse adecuadamente para hacer frente a una guerra que hacía tiempo se veía venir. Su ejército, concretamente, no estuvo a la altura de la evolución técnica exigida por la guerra moderna. 2º) un caudal precioso de virtudes morales, ingénitas, de la raza, que como otras veces supo suplir las fallas técnicas del mecanismo militar, obteniendo una superación paulatina sobre los inconvenientes iniciales de la campaña, tales como falta de transportes, deficiente calidad de nuestros armamentos, inexperiencia de los cuadros, etc” (8).
A su vez, el Gral. Raimundo Rolón, en su obra El bautismo de fuego de la Artillería Paraguaya en Boquerón, pág. 86, señala que fueron capturados por nuestras tropas: Dos Tenientes Coroneles: Manuel Marzana y Luis A. Cuenca; Tres Mayores: Esteban Bravo, Ocampos y Dr. Eduardo Brito; Tres Capitanes: Antonio Salinas, Romero y Dr. Torrico; Cinco Tenientes; Once Sub-Ttes, y 820 Tropas. Cayó, además, en poder de nuestras tropas toda la documentación del Destacamento Marzana. También los siguientes materiales bélicos: 911 fusiles y carabinas, 39 AL, 19 AP, 2 cañones cal. 75, 1 cañón Krupp, 2 cañones antiaéreos Semag y un camión.
Rolón concluye con la siguiente reflexión: a) Boquerón fue una Batalla-Escuela para nuestras tropas; b) La victoria infundió FE y ENTUSIASMO a toda la Nación; c) La figura de Estigarribia, como conductor militar, se impuso definitivamente; d) La diferencia del poder militar del enemigo, que tanto alarde hicieron, se derrumbó; e) Se fortaleció en el soldado paraguayo la conciencia de que podía vencer al enemigo; f) El pesimismo reinante en los hombres de gobierno se disipó, y comenzaron a alimentar la esperanza de que nuestro Ejército podía llegar a la victoria final; g) Nadie habló más de defender el Chaco en las orillas del río Paraguay; h)La unidad nacional se consolidó.
Por último, cabe citar al historiador norteamericano David Zook, quien formuló esta apreciación que enaltece al Partido Nacional Republicano por haber coadyuvado eficazmente con la defensa nacional: «El Chaco es paraguayo», gritaba con honda convicción el hijo de la tierra guaraní, aguijoneado desde la oposición por el Partido Colorado» (9).
(x) Este artículo es una versión sintetizada de la conferencia que el autor dictó en el Instituto Nacional Republicano (INARE) el jueves 3 de octubre de 2013.
NOTAS:
(1) Mayor ALEJANDRO SIENRA, La Guerra del Chaco, pág.104).
(2) Mayor ALEJANDRO SIENRA, ibídem, pág. 82).
(3) Mcal. JOSE F. ESTIGARRIBIA..REVISTA DE LAS FF AA, Nº 154, pág. 23).
(4) Cnel CARLOS J. FERNANDEZ. La Guerra del Chaco, págs. 25, 29, 34, 53, 89, 92, 132, 140, 271).
(5) Gral. NICOLAS DELGADO, La Guerra del Chaco, pág. 10.
(6) Gral CESAR BEJARANO. Boquerón-La batalla decisiva, 1965)
(7) Cnel ROGELIO AYALA MOREIRA. Porqué no ganamos la guerra del Chaco, pág. 161.
(8) Cnel HERIBERTO FLORENTIN. Lo que he visto en Boquerón (pág. 238)
9() Cnel. DAVID ZOOK. La conducción en la Guerra del Chaco, pág. 46,
Excelente mi Cnel. como no podía esperarse otro calificativo a sus trabajos. Magnífica descripción basada en documentos de gran valía. Felicitaciones
Muchas gracias Torales. Tu comentario me sirve para motivar otroas investigaciones similares. Con mis cordiales saludos.
PERO DE NADA LE SIRVIÓ A BOLIVIA SU PREPARACIÓN ANTICIPADA. PARAGUAY LE DESTRUYO 3 EJÉRCITOS CON LA AYUDA DE JEFES DE LA TALLA E.GARAY, PANCHOLO Y MUCHOS OTROS