Por Gerardo Meza Caballero (*)
Nota del autor: Muchas veces nos quejamos por los atropellos de los que somos objeto por parte de aquellos que integran la denominada “clase dirigente”, ya sea a nivel nacional, regional o local; nos abruma su desidia o la corrupción en la que están involucrados, pero poco hacemos por frenar sus abusos. Si de verdad queremos que un verdadero cambio transformador se apodere del país y lo empuje hacia el desarrollo, es hora de organizarnos y participar.