Después del gobierno de Andrés Rodríguez 1989 –1993) ningún sector político obtuvo mayoría en el congreso. Tal cosa es vital para gobernar con tranquilidad. De lo contrario, estaremos nuevamente suscribiendo pactos de gobernabilidad que no son otra cosa que empujar nuevamente al país a la !CORRUPCIÓN!
De manera que a la hora de votar el pueblo paraguayo y el colorado debe meditar las consecuencias de su decisión. Sean cualesquiera las banderas elegidas hay que otorgarle las herramientas para impedir que siga vigente la maldita fórmula legislativa PONGAN PALOS A LA RUEDA.
Sin duda el contralor de las cámaras es vital. Pero asimismo debemos reconocer que 30 personas en el senado y 53 en diputados puede deponer legalmente a un presidente. Por eso es imperioso que al candidato electo le apoye por lo menos una de las cámaras del congreso con lo cual se obtendrá control y gobernabilidad.
Si tal cosa no sucede en balde son las promesas de los diversos candidatos. MIENTEN al prometer lo que no podrán cumplir. Nos parece que luego de los últimos sucesos, el Partido Colorado, ha demostrado a sus compatriotas que sabe corregir errores y por eso merece una nueva oportunidad. Sus internas resultaron impecables y sus candidatos todo un ejemplo para emular.
El candidato colorado reúne las condiciones de un triunfador en las áreas en que ha incursionado tanto en lo político como en lo comercial y deportivo. Es un triunfador, algo que siempre despierta profundos odios y envidias. Como expresaba en sus memorias (Hacia la unión Nacional) un famoso político paraguayo “En el Paraguay un político debe saber disimular su capacidad”.
En los tiempos en que vivimos podemos conseguir y debemos aprovechar la coyuntura geopolítica. Nadie quiere invertir en los países adheridos al llamado progresismo o socialismo del siglo 21. Con solo escucharlo a su mentor alemán diciendo los disparates que dice por la televisión basta y sobra para percatarse que se trata de un soberano botarate.
Por eso la inversión dirige su vista al Paraguay. Hay petróleo, energía, agua potable y alimentos para exportar. Todo se halla a nuestro favor como en tiempos de Carlos Antonio López cuando nuestros vecinos andaban de revolución en revolución en tanto el Paraguay construía ferrocarriles, astilleros, telégrafos, fundiciones de hierro, minas de azufre, fabrica de papel, etc. Eso ya está despertando nuevos odios del vecindario. Pero hoy día existen antídotos para tales cosas.
Da la impresión que los mentados doctores de la nueva receta populista persistirán en su soberbia y en su error. Y eso debe aprovecharse para sacar el mejor partido. Ciudadanos argentinos y brasileros están llegando a nuestras tierras. Compran tierras para engorde de ganado trayendo sus novillos al Paraguay, depositan su dinero y adquieren parcelas para instalar industrias y empresas de servicios. Al parecer este año podremos alcanzar nuevos records de carne, soja, trigo y maíz. Va haber trabajo para todos. Solo debemos ser sensatos.
A la par, nuevas industrias se instalan en el país y numerosos puertos privados operan con barcazas. Incluso astilleros fabricantes de tales medios de transporte pluvial se instalan en al Paraguay sumándose a los que ya operan desde hace tiempo. Basta con ir a Villeta para comprobarlo. Ya no debemos mirar en el vecindario sino hacia otros horizontes pues nuestro potencial es muy grande. Una vez que los capitales importantes se fijen en nosotros adiós Brasil y Argentina. Sus bravuconadas – en adelante – caerán en saco roto. Y el Uruguay seguirá siendo un país de ancianos y jubilados con 3 millones de habitantes y crecimiento vegetativo CERO.