Por Zacarías Pane
Ya lo censuraba desde semanas atrás, Soares, por pedir ayuda al “IMPERIO” para combatir a los SEÑORES SECUESTRADORES Y ASESINOS DEL PARAGUAY. Efectivamente el ex ministro se sirvió de los adelantos tecnológicos para identificar los lugares donde circula la pandilla de forajidos.
Así pronto cayeron presos cinco sujetos, quienes, aparentemente, servían en la logística del ya raleado grupo. Los demás ya estaban localizados. Solo faltaba el último toque para terminar de una buena vez con ellos.
Fue en ese momento, cuando las fotos satelitales indicaban el lugar preciso para aprehenderlos a los jefes, que se produce abruptamente la destitución de Filizola. No fue la causa su oposición a la reelección sino la eminente caída de los SEÑORES SECUESTRADORES Y ASESINOS DEL PARAGUAY.
Filizola le recomendaba a Lugo poner fin a la iniciativa pues tenía información cierta que eso los desprestigia minuto a minuto a quien como él que con un discurso opuesto a la reelección emergió en la palestra política. Lo hizo como colaborador leal probado.
Cómo se puede dudar de su lealtad si llegó a renunciar a una cómoda banca sin sobresaltos en el senado para ayudar al nuevo presidente. Prefirió poner el hombro por su causa a un sujeto que por sus actos, hasta la fecha, se encargó de deshonrar a LA AMISTAD, a LA LEALTAD y a LA CAPACIDAD.
Roguemos que al matrimonio Filizola no le suceda nada pues los SEÑORES SECUESTRADORES Y ASESINOS DEL PARAGUAY se la tienen jurada.