Por Zacarías Pane
Gadafi tiene un partido único igual a Hitler y Stalin. El mundo quedó atónito al comprobar las matanzas que estos personajes de la historia perpetraron contra seres humanos indefensos, tanto propio como extraños. Las naciones del mundo se sintieron responsables por no haber hecho nada por impedir esas muertes de manos de sicópatas sanguinarios.
Por eso, al comprobar que Gadafi comenzaba a descuartizar personas en su revancha cavernícola el mundo reaccionó. Lo escuchamos al hijo, otro sicópata como él y sentimos el terror que deben sentir los hijos de Libia.
Finalmente el mundo reaccionó. Las Naciones Unidas le exigió a Gadafi un alto inmediato al fuego. Gadafi hizo caso omiso a la resolución de la ONU que así lo exigía y continuó con los descuartizamientos y LA ejecuciones sumarias.
Entonces, nada se pudo hacer sino tratar de detener a este monstruo del siglo 21 solo defendido por otros monstruos como él que sueñan tener el poder de él para matar a discreción. Por nuestros lares ya lo escuchamos al nuevo Gadafi paraguayo apellidado Carrillo que como otros ya comienzan a atacar a la prensa libre.
Es lamentable que Paraguay se alinee con países como Cuba, Venezuela, Bolivia y otros de igual pelaje pidiendo piedad a favor del monstruo al efecto de otorgarle plena libertad para matar y descuartizar a sus compatriotas.