Por Osvaldo Bergonzi
Por encima de nuestras diferencias políticas el presidente es digno de nuestro respeto pues es una creatura de Dios. Por el bien del sistema democrático debe terminar su gobierno. La ANR recientemente se solidarizó con Rafael Correa. De manera que los marxistas ya no pueden volver a pedir la disolución del congreso con la complicidad de Lugo pues de lo contrario violentarán las instituciones.
Federico Franco en quien ahora recae la responsabilidad del gobierno, merece igualmente nuestro respeto. Es una persona coherente que debe tomar las riendas del poder hasta tanto el presidente se recupere. Lugo ya se habrá percatado que a Franco no le conviene ejercer su mandato por el resto del periodo pues ello lo inhabilitará por el resto de su vida así como esta redactada nuestra constitución nacional.
Además eso – la inhabilitación permanente de Lugo – sería un horno peligroso que nos podría llevar a una espiral de acontecimientos políticos imposibles de predecir. Por eso se debe pedir a DIOS, a pesar de que los allegados marxistas del gobierno nieguen su existencia, que Lugo salga de este momento difícil. Comprendemos la desesperación de los marxistas que se empeñan en ocultar la verdad. Cual fuere sea ella se debe informar al pueblo paraguayo para estar preparados.
Confiamos en que la medicina impida su inhabilitación o su muerte por el bien del proceso democrático y de la patria. El pueblo paraguayo merece tranquilidad. La inmensa mayoría desea tranquilidad mientras solo un grupito minúsculo y violento persiste en la confrontación. Nuestros problemas debemos resolver los paraguayos sin banderas ni colores como lo hicimos hoy ante el cabildo de Asunción.
Por tanto EL COLORADO le desea al presidente Fernando Lugo que pronto regrese a la patria restablecido. Es nuestra plegaria de todo corazón. Solo los que pasamos por estos trances podemos valorar la situación y reflexionar de este modo.