Extracto del libro inédito de nuestro director, Bernardino Caballero el autentico, libro segundo, de próxima publicación.
Bernardino Caballero, luego de desalojar del poder en 1874 al gobierno de los ladrones que en 1872 se quedaron con gran parte del famoso empréstito LONDRES en sus bolsillos en el puerto de Villeta, se propuso repatriarlo a su leal camarada y amigo Juan Crisóstomo Centurión.
Amistad forjada en el estridor de las armas durante la guerra grande, ni bien pisó Londres a mediados de 1874 se dio a la tarea de localizarlo. El gobierno lo había comisionado a él y al vicepresidente Higinio Uriarte, pariente del presidente de la república, Juan Bautista Gill, a investigar aquel ruinoso empréstito y de pasada averiguar que había de verdad acerca del famoso TESORO DEL MARISCAL enterrado en algún lugar de las sierras de Amambay. Por eso ambos fueron a Paris a visitarla a Elisa Linch.
Ella organizó una cena de homenaje al leal soldado del Mariscal. Estuvieron invitadas otras personalidades francesas con quien la referida señora mantenía una relación de amistad. En esa y otras ocasiones Caballero insistió en saber donde se hallaba su entrañable amigo, Juanchí. Ella le comentó que Centurión como licenciado en literatura inglesa en Oxford iba a iniciar la docencia. Sus ex compañeros y amigos luego de leer su nombre en un diario inglés en la lista de los prisioneros paraguayos llevados a Rio de Janeiro gestionaron con la cancillería inglesa su regreso a Inglaterra en 1870 poco antes que Caballero regresara al Paraguay en compañía de José María Silva Paranhos como quedó dicho. (José Falcón, diario, obra citada)
Así se enteró que su amigo poco después de comenzar a trabajar en Londres se enamoró perdidamente de una cubana de la alta sociedad de esa entonces colonia española con quien se caso y fue a vivir a Santiago de Cuba para desdicha de sus amigos ingleses que pretendían casarlo con una compatriota suya. Es bueno recordar que Centurión vivió 5 años en Londres en el barrio de Chelsea y fue el único paraguayo de su tiempo que escribía a la perfección el idioma y hablaba el inglés sin acento alguno sin que nadie se diera cuenta de su condición de extranjero. Es decir, fue un inglés no solo en el manejo del lenguaje sino en sus modales. Además hablaba el francés.(Historia secreta, Porter Bliss obra citada, idem, Siete años de aventuras en el Paraguay, George Masterman, obra citada, idem J.C. Centurión, Migraciones, obra citada)
Centurión al principio se resistió dada su enemistad con Cándido Bareiro, posiblemente el instigador para que el presidente J. B. Gill lo procesara y encarcelara a su también amigo Gregorio Benites. Pero Caballero insistía. No hay documentación al respecto. Pero llama la atención que Centurión regresara justamente cuando se inicia el encumbramiento de su camarada de armas a finales de 1877 (Bernardino Caballero el Auténtico, libro primero, obra citada.)
Diez años después fue el autor del acta fundacional de la ANR y al año siguiente lo desplaza de la vicepresidencia primera a José Segundo Decoud. A pesar que en las referencias históricas cierta prensa ligada a la Legión Paraguay exaltaba las virtudes intelectuales de Decoud nunca pasó de ser un bachiller recibido en la Argentina en la ciudad de Concepción del Uruguay. En cambió Centurión cursó en una universidad inglesa y su tesis final versó nada menos que sobre Shakespeare, el famoso dramaturgo inglés.
Estas aclaraciones se hacen para destacar la figura notable del coronel Juan Crisóstomo Centurión, un gran intelectual de su tiempo. Amigo y colaborador leal de Caballero hasta el final de sus días en 1901, su muerte constituyó uno de los más duros golpes para el entonces líder del coloradismo. Su obra cumbre fue la reseña de la guerra de la Triple alianza (Cuatro tomos), lo mejor escrito del lado paraguayo a lo cual se agrega la brillante nota respuesta a Bolivia ante sus pretensiones luego de los sucesos de Puerto Pacheco cuando Centurión ejerciera el cargo de canciller nacional durante el gobierno del general Patricio Escobar.