Por Osvaldo Bergonzi
Bien se que entre ustedes hay lectores que militan en otros partidos y nos honran con sus comentarios tanto dentro de nuestras páginas como en forma privada. Otros no son precisamente afiliados a la ANR. Hago esta digresión necesaria pues lo que abordo en esta nota compete al lector colorado aunque el personaje nos pertenece a todos por igual, hago la salvedad.
Hace un año abandoné la prosecución de la redacción del segundo libro de la biografía titulada BERNARDINO CABALLERO EL AUTÉNTICO, El Político y el Estadista. El libro primero BERNARDINO CABALLERO EL AUTENTICO, El Soldado, fue editado en 2005.
Estoy bien avanzado pero va llegando la época de la incrustación de citas, es decir, de controles y correcciones de galera que yo antes lo podía hacer. Pero que ahora, por haber tomado compromisos con algunas universidades, no lo puedo realizar y debo pagar esos servicios. Por otra parte, debo cancelar algunos compromisos para terminar el libro segundo. Eso implica privarme de ingresos. Además con la venta de mis libros se sostiene este semanario digital con frecuencia casi diaria.
Aun así prosigo. A cuenta gotas, pues me he dispuesto a concluir a como de lugar. Se trata de una vida fascinante y desconocida a pesar de las profusas publicaciones. Una vida cargada de misterios que afloran a medida que uno va penetrando la airosa vida de un hombre forjado entre intrigas y metrallas.
Juan E. Oleary, autor del Centauro de Ybycui, nos ilumina acerca de los últimos 10 años de la vida del viejo general. Lo frecuentó con asiduidad. Pero la distancia de edad entre ellos le impidió al escritor penetrar aquella personalidad arrobadora en toda su dimensión. La admiración le dominó. Aun así logró que le confiese cosas que a nadie le comentó y que a pesar de la duda de algunos fueron ciertas. Lo transcribí en el primer libro. Su marcha a caballo al lado de López rumbo a Cerro Corá donde se produjeron aquellas confesiones íntimas del Mariscal.
Pero nunca logró Oleary extraerle una confesión de aquellos sus años de estadista y político activo que van de 1870 hasta su muerte. Es posible que no fuera así y que la situación de Oleary como director del colegio nacional en tiempos de los liberales le haya privado de confirmar algunas cosas. Su biografía, por eso, es una mescla fantástica del soldado y del político. Pero mucho más del soldado.
Yo en cambio me propuse, desde un primer momento, dividir al soldado del político y el estadista y de analizar a profundidad su tiempo y su entorno. Una escuela de política práctica y a la vez deslumbrante. Una inteligencia escondida, agazapada, que sabe aguardar su momento y conoce profundamente sus propias limitaciones, la carencia de recursos económicos en un tiempo de pobreza sin igual. Una década en la vida nacional ante los escombros de la guerra, al decir de un escritor. De ahí mi idea de dos libros. Menos mal que cayeron en mis manos documentaciones que otros no la tuvieron. Estos comentarios vienen a cuento dada la cercanía de un nuevo aniversario de la fundación de la Asociación Nacional Republicana.
Esperamos con ansias el libro
Soy Colorado y creo que debemos difundir con mas impetu los principios de los fundadores de este tan glorioso partido
Dr. Bergonzi: sigo y seguimos esperando la publicacion de este su segundo tomo sobre el General Bernardino Caballero. La vida heroica de combatiente en la guerra contra la triple alianza, del centauro de Ibycui de O’Leary y de su primer tomo, es bien conocida. Pero esta segunda parte, de Bernardino Caballero, el politico y el estadista, sera verdaderamente fascinante. Si para un cantante, sin desmerecer sus grandes meritos, se paga USA 100.000 mas USA 50.000 por el decorado, en estos dias del bicentenario, es sorprendente que no se consiga el financiamiento para la conclusion de este segundo tomo suyo,sobre la actuacion politica de un hombre que fue protagonista de la construccion del Paraguay despues de la guerra que aniquilo al pais, por encima de los colores. Adelante, Dr. Bergonzi, que esperamos su libro como un homenaje al bicentenario. GABRIEL CHASE
que aburrido es estoooooo!!!