Por Osvaldo Bergonzi
Al ingresar al local no pude evitar recordar con nostalgia al inolvidable, Carlos H. Benítez, con quien mantuve una larga amistad. Por causa suya me mantengo allí desde 1974 a pesar de haber mudado de domicilio en varias ocasiones. Su desaparición física no será obstáculo para mí de permanecer fiel a la seccional donde él ejerciera tantas veces con honor la presidencia.
Esta vez pude comprobar una buena afluencia de jóvenes. Pero ya no vi a los veteranos quizá por la inclemencia del tiempo o porque habrán decidido ellos votar más tarde en espera de una suba del termómetro. Allí en el tinglado a las 11 de la mañana marcaba 7º. Hay que tener mucho coloradismo para enfrentar a la lluvia y al frío al mismo tiempo. Por eso la buena concurrencia en la seccional nº 5, Bonifacio Caballero, me dio una gran satisfacción.
Pero lo que pude valorar es que las mesas estaban abarrotadas de gente. Por lo visto sus integrantes invitaron a todos los veedores de otros movimientos a que tomen asiento con ellos. Esto habla en favor nuestro. Es evidente que los afiliados desean que estas internas resulten del agrado de todos.
Supongo que este fenómeno de integración de mesa se habrá dado en otros locales de votación. Ya no más dos vocales con el presidente sino todos los demás que quisieran efectuar sus controles.
Al llegar a la mesa festejé este hecho y recibí de recompensa una sonrisa de todos ellos. Ninguna palabra altisonante pude escuchar. El procedimiento se llevaba a cabo con cordialidad, como debe ser. Hago esta acotación debido a que en las mesas se presentan los problemas. De manera que lo reseñado facilitará la sentencia del tribunal electoral partidario a la hora de las proclamaciones.
AL PUEBLO COLORADO !SALUD!
Que bueno es leer y que se tenga en alta estima a mi Padre Carlos H.
Gracias.