Por Zacarías Pane
No nos quedan más dudas. Tanto la ANR como el PLRA son, con motivo de sus internas, objeto de críticas. A pesar de que ambas organizaciones políticas eligieron tribunales creíbles e incuestionables llueven en la prensa las declaraciones de conocidos disparateros de ambos partidos que se prestan al juego de nuestros reales adversarios, los socialistas del siglo 21. Además, los disparateros han crecido en número y hoy día hay nuevos incorporados en el tinglado del disparate.
Para colmo de males tanto la ANR como el PLRA en las pasadas elecciones internas tuvieron por resultado llegadas al disco con final de cabeza a cabeza al decir de los entusiastas de las carreras. En el caso del Turf se echa mano a la fotografía salvadora que puede señalar que un caballo ganó por una nariz. Pero lamentablemente en el caso de los partidos políticos se debe confiar en el conteo de los integrantes de la mesa primero y de los tribunales internos más tarde. Estos últimos son los que nos darán los resultados definitivos. Esa confianza es la que está siendo puesta en duda.
Lean los titulares de los diarios y escuchen los sutiles comentarios por radio y televisión y se darán cuenta que lo arriba mencionado es tan palpable como el aire que respiramos. Es más, a ello se le suman las llamadas radios comunitarias que durante las 24 horas del día nos anuncian que en la ANR y el PLRA se harán grandes mafias electorales. Eso sí, nunca explican cómo se harán. Pero se lanzan las dudas al éter y eso basta. Sabedores los marxistas que los paraguayos somos muy afectos a los rumores encontraron la tierra abonada para sembrar sus maldades y ganar adeptos a su causa.
Por otra parte, en el caso de la ANR, se tira la leña al fuego dado que en pasadas internas existieron testimonios de sus protagonistas los cuales confesaron su crimen en el fraude contra Argaña el 27 de diciebre de 1992 y su corolario el 4 de marzo del siguiente año. Pero se olvida que un tribunal electoral partidario presidido por, PEDRO HUGO PEÑA, declaró en 1997 ganador a LINO OVIEDO siendo Argaña presidente de la ANR. Este aceptó su derrota públicamente. De manera que no es tan cierto que en nuestro partido se trampee así nomás como si ello fuera moneda corriente.
Cuando se eligen tribunales confiables la verdad se convierte en la regla y no en la excepción. Esa experiencia los llevó a los movimientos internos a consensuar nombres para integrar el actual TEP. La inmensa mayoría confía en ellos de manera que no debemos dar tanta importancia a los conocidos agoreros que siempre existen en la política tanto en la ANR como en el PLRA.
Estrechemos filas los partidos centenarios pues tras nuestro se hallan escondidos en los campos y ciudades lobos feroces disfrazados de ovejas cuyo único propósito es devorarnos lo más brevemente posible. Pero no lo conseguirán porque el paraguayo por tradición es colorado o liberal y eso no lo van a cambiar jamás los marxistas del siglo 21.