EL OCTAVO PASAJERO
Nuevamente se lanzan sugerencias de cómo debe conducirse la prensa. Se trata del anuncio marxista clásico. Ellos sueñan con tener un diario monopólico como el PRAVDA de Moscú en tiempos de Lenin y Stalin. Por eso viene a cuento la propuesta del primer ministro del gobierno comunista de Jamaica sugerida en la sociedad Interamericana de Prensa en marzo de 1999. El sujeto dictó una cátedra de periodismo y luego se abrió un debate. Levantó la mano Aldo Zucolillo y le respondió secamente diciéndole de mala manera que él (el primer ministro) atienda sus ocupaciones que ellos (la prensa de América) manejarían sus cosas. Un profundo silencio inundó la sala en tanto el primer ministro, un hombre de color, esperaba la traducción. Un periodista de Tucumán – Argentina se atajó la cabeza y susurró “Qué bárbaro este Zucolillo, nos van a meter presos a todos”.
Estamos ante una nueva realidad que debemos saber administrar. De derecho el PLRA debería gobernar o cuanto menos señalar rumbos. Pero no lo hace porque no quiere o no puede. De hecho el marxismo gobierna a través de un grupo elegido por Lugo. Los demás cumplen órdenes. Sin embargo, este régimen impuesto por decisión unilateral violando acuerdos electorales carece de votos en el congreso para poder gobernar.
En tanto la prensa que no es comunista le señala sus faltas y eso causa roncha. De manera que la munición gruesa de los marxistas hoy día se dirige a los parlamentarios y a la prensa, dos estamentos que le impiden al octavo pasajero obtener las nutrientes necesarias para reproducirse e implantar su orden de muerte y desolación. En todas partes donde el marxismo alcanzó al poder lo hizo con el empleo de la violencia salvo en Chile donde llegó gracias a una traición de la democracia cristiana la cual dirigió su votos en el congreso para que asuma una minoría en lugar de, Jorge Alessandri, adversario del entonces presidente Eduardo Nicanor Frei Montalva, padre del que fuera también presidente en ese país recientemente. Alessandri había prometido renunciar si era elegido y que se llamen a nuevas elecciones. Frei había dicho que Allende le ocasionaría muchos males al país. Sin embargo, lo mismo volcó a sus adherentes en el congreso debido a que Allende contaba apenas con un tercio de los votos populares razón por la cual su candidatura debía ser ratificada por el parlamento
Y vaya casualidad, la democracia cristiana del Paraguay le alquiló su partido a Lugo para llegar al poder con el 60% de los votos populares en contra suya. El 40% restante se compuso de votos liberales y colorados en un 35% cuanto menos. Quedó así un residuo del 5%, real y palpitante, que se repitió en la cuatro últimas elecciones municipales donde los marxistas ni alcanzaron este porcentaje. La ANR y el PLRA llevaron más del 90% de los votos municipales.
De ahí la reacción del octavo pasajero. Uno de sus personeros, José Rodríguez, de Patria Libre, la agrupación complicada en el secuestro de la señora de Debernardi y en el asesinato de Cecilia Cubas, anunció que ellos los sacarían de la oreja a los parlamentarios. La única manera de ser sacado de esa forma es ante la inminencia de muerte.
Recomendamos a liberales y colorados a administrar con sensatez esta nueva realidad. Los primeros son los principales responsables porque renunciaron asumir responsabilidades electorales y los segundos no lo pararon a tiempo a Duarte Frutos convertido en el hacedor de Lugo y en su mejor jefe de campaña.
Ahora tarde son los lamentos. El octavo pasajero aguarda por sangre y más sangre para convertir al Paraguay en un campo de batalla de muerte y desolación.
EL COLORADO 