La ANR y el UNACE en bloque deben defender sus respectivos espacios en la justicia electoral. Nuestro semanario individualizará a los senadores y diputados que pacten contra los intereses de la ANR. No vamos a admitir más excusas pues las matemáticas no mienten. El mapa debe componerse de un colorado, uno del UNACE y un liberal. Si nuestros parlamentarios cambian esta relación caerán en una celada para incautos.
Por Suetonio
A nosotros no nos debe preocupar si Ramírez Zambonini es un plagiador o un violador de sepulturas dado que, eso lo debe decidir el pueblo liberal a través de sus representantes y nosotros debemos respetar. Por tanto debemos abstenernos de participar en su juicio para no sentar precedente y más tarde otros quieran hacer lo mismo con nosotros.
Un tal Acha que hace poco nomás soltó el biberón a cada rato pontifica y no abre la boca sino para proferir una sarta de disparates razón por la cual se le debería colocar un bozal o en su defecto un sombrero con un logotipo que diga “El Disparatero va con su Sombrero”. Su currículo como abogado es la muestra cabal de de lo que decimos. Vayan los gacetilleros a los archivos de nuestros tribunales a verificar los casos manejados por este sujeto. De la mano de mamá llegó al sitial donde poco favor le hace con sus ridículas apreciaciones de nene infatuado. Hasta ahora no nos explicamos como la prensa le otorga espacio. A este personaje lo mejor que le puede suceder para bien del país es que se le caiga el apellido sobre el cogote pero con la “h” por delante.
Lo cierto y lo concreto es que nuestros parlamentarios deben marchar en bloque cuando se trata de temas políticos en que el partido se juega un espacio. Eso le otorgará confiabilidad a nuestros eventuales aliados en el momento de emitir su voto acompañados por nosotros en cualquiera de las cámaras del congreso. Dejemos de lado los enfrentamientos internos y hagamos lo que más nos conviene. No olviden que nuestros afiliados observan a cada uno de nuestros representantes.
Hasta el más estúpido de los mortales se percata que existe un plan para dejarnos 2×1 en contra en el superior tribunal electoral. Lo de Zambonini es un anzuelo para incautos, so pretexto de mejorar la justicia pero que puede prestarse a un juego peligroso. Por otra parte no existe déficit desde su creación salvo aquella sospechosa desaparición de un disco duro luego de la convocatoria a elecciones de vicepresidente casi simultáneamente con el asesinato de Luís María Argaña en marzo de 1999. Por tales motivos fue sacado uno de los ministros. Los comicios fueron normales hasta la elección del actual presidente de manera que toda esta nueva orquestación resulta demasiado sospechosa.
Lo que les debería preocupar a nuestro parlamento es eliminar del código electoral un notable número de artículos derogados por la CN, entre ellos, aquel que dice que la lista de titulares debe correr como si todavía estuviéramos en tiempos de la junta electoral central la cual llevaba al congreso los resultados para que éste resolviera. Cumplan pues con sus funciones.
Por Dios transar con los del unace es como transar con el diablo. O acaso se olvidan que al líder de esa facción se le atribuye el asesinato del presidente de todos los colorados en el 99. ¡Flacos de memoria, eh?
Señora Marima:
Le recuerdo que el doctor Argaña nos enseñó que la política es conveniencias. Siete años a su lado avalan lo dicho. La familia Kennedy así lo entendió. En los magnicidios de la historia su autores morales casi siempre logran su impunidad. Si llevamos los sentimientos por encima de la política dediquemonos a otra cosa. Hemos escrito un libro «MAGANICIDIO EN LA DIAGONAL» para tratar de establecer parámetros de aquel horrendo crímen. Pero lamentablemente hasta la fecha no existe una semiplena prueba para llevar a la justica a los autores morales de tal causa. Hoy día constituyen la tercera fuerza electoral los seguidores del sospechado. ¿Le parecería conveniente colocar en el tribunal electoral a dos liberales o de la alianza? ¿Sería eso conveniente para la ANR? Con eso, ¿le hariamos justicia a alguien que renunció a litigar por su legítima victoria para que en 1993 el Partido Colorado no tuviera candidato?
Otro si digo: «para que el Partido Colorado si tuviera candidato?»